¿Qué es la bioconstrucción y cómo integrar la arquitectura en el entorno?

¿Qué es la bioconstrucción y cómo integrar la arquitectura en el entorno?

La bioconstrucción es una rama dentro del campo de la arquitectura y la construcción que persigue integrar la arquitectura con su entorno. Para ello, es necesario comprender cómo funcionan las leyes de la naturaleza y lograr un impacto mínimo en ella.

Elegir técnicas constructivas adecuadas al entorno, paisaje y sociedad en la que se implantan es una de las claves de la bioconstrucción. Estas estructuras crean el espacio interior que se convierte en la tercera piel del individuo, que debe cumplir la misma función que los tejidos protectores de nuestro cuerpo.

Cuatro conceptos de bioconstrucción a tener en cuenta

Apuesta por materiales orgánicos

Los materiales en la bioconstrucción tienen que ser lo más naturales posible: evitar materiales adulterados y priorizar aquellos que son de origen local. También hay que remarcar que la extracción, manipulación, transporte y colocación deben ser respetuosos con el medio ambiente.
Madera, tierra, paja, estuco, lana, corcho… son algunos de los materiales más utilizados en la bioconstrucción.

Es sostenible

La bioconstrucción es sostenible porque equilibra diferentes aspectos como por ejemplo aspectos ambientales, sociales, económicos y los relaciona. Los sistemas de bioarquitectura vienen de fuentes renovables y cercanas lo que minimiza las emisiones de dióxido de carbono y el uso de la energía fósil, además será más eficiente y consumirá menos energía. También la bioconstrucción tiene en cuenta el clima, a los habitantes y la sociedad en la que se encuentra y la hará más justa y equitativa.

Supone una mayor colaboración

La bioconstrucción además es colaborativa e impulsa proyectos de participación. Las decisiones se toman de manera horizontal y comunicativa, en vez de en vertical y dictatorial. Se dejan de priorizar los objetivos materiales de dinero y se busca la integración y el desarrollo equitativo de las sociedades y los entornos.

Es más saludable

La bioarquitectura es sinónimo de salud, bienestar y confort. Entendemos esto como un equilibrio entre la calidad del aire interior puro, luz natural, acústica agradable y un correcto aislamiento térmico. Se trata además de espacios proporcionados, ventilados, iluminados, saludables y confortables, para que las personas que viven dentro de estos edificios tengan un espacio donde desarrollarse plenamente.