Neuroarquitectura: cómo los espacios influyen en nuestro bienestar

Neuroarquitectura

Neuroarquitectura: cómo los espacios influyen en nuestro bienestar

La pandemia en general y el confinamiento en particular pusieron de manifiesto hace un año la importancia que tiene en nuestras vidas el sitio en el que vivimos.

Podemos afirmar que una consecuencia directa de aquel largo periodo que permanecimos encerrados en casa es el actual interés por las viviendas unifamiliares, con pequeños espacios de esparcimiento, como jardines, porches o terrazas. Es un hecho que han aumentado las búsquedas y las ventas de viviendas con jardín alejados en mayor o menor medida de los núcleos urbanos, y que a la hora de comprar una casa miramos ahora con ojos distintos que antes de la pandemia. Nuestro nuevo concepto de hogar ideal ha llegado para quedarse.

Y ¿cómo es la casa ideal post covid? En España el prototipo de casa ideal ha cambiado: después del encierro buscamos pisos con balcón o terraza, chalets con terreno, con una buena ventilación, zonas para hacer deporte, techos altos y orientación hacia el sol. En general, buscamos espacios amplios y luminosos en los que no nos sintamos encerrados.

Y es que durante el confinamiento pudimos experimentar en primera persona la importancia de sentirnos cómodos y a gusto en nuestro propio hogar, y la relación directa que tiene nuestra vivienda con nuestra calidad de vida.

Lo cierto es que existen viviendas que generan angustia o tristeza, así como casas que aportan bienestar, desconexión y buenas vibraciones. En definitiva, los edificios tienen efectos directos en la mente humana y por supuesto también inciden en nuestra salud.

Neuroarquitectura

La neuroarquitectura consiste en aplicar la neurociencia a la arquitectura, y es la encargada de entender qué relación directa existe entre el espacio físico y nuestro cerebro. Su objetivo es crear espacios en los que las personas podamos ser felices y mejorar nuestra calidad de vida. La neuroarquitectura ha cobrado gran importancia a raíz de la pandemia, y evidentemente ha venido para quedarse ya que es toda una revolución en la forma de diseñar los hogares.

Esta forma de hacer arquitectura profundiza en el estado emocional del habitante y tiene en cuenta que todas las variables del diseño de los espacios, el uso de los materiales y las instalaciones técnicas que conforman la habitabilidad estén alineadas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que en ellos residen.

 

«Se debe trabajar con la hipótesis de que una casa estará bien diseñada si es placentero vivir en ella»
Alexandra de Garidel-Thoron (Interior Design Projects)

 

La importancia de la luz natural. que estimula la relajación, la elección de los colores que provocan reacciones y sentimientos concretos en las personas, las percepciones de amplitud y profundidad, generando sentimientos de libertad al contrario de la sensación de ahogo encierro y angustia de los espacios cerrados o pequeños, o el contacto con la naturaleza y la inclusión de elementos como plantas o piedras, generan bienestar en los espacios.

En este enlace encontraréis la charla de Iñigo Ortiz que impartió en Madrid hablando precisamente de este tema.

Los espacios en los que vivimos influyen directamente en nuestra calidad de vida. Hacerlos únicos, confortables e inspiradores es clave para nuestro bienestar.

Confía en EQ para tu proyecto más importante: hacer realidad tu hogar ideal.