26 Nov La filosofía Hygge: ¿cómo aplicarla a tu hogar?
La filosofía danesa Hygge no tiene una traducción literal en español. Se trata de una filosofía procedente de Dinamarca que tiene como esencia el disfrutar de las pequeñas cosas que nos hacen felices.
En definitiva, podemos decir que se trata de detenernos en lo cotidiano y deleitarnos en las buenas sensaciones que, con el afán del día a día, nos pasan inadvertidas. Es encontrar lo que nos hace sentir bien en lugar de centrarnos en los agobios, los problemas y las preocupaciones.
Uno de los espacios que mayor protagonismo tienen en la filosofía Hygge es el hogar. Estamos hablando de un estilo de vida en el que lo principal es disfrutar de las pequeñas cosas y qué mejor que hacerlo en nuestra casa viendo una película, cocinando con nuestros hijos o disfrutando de un buen libro con un café o una infusión bien caliente.
Durante el confinamiento muchos de nosotros pudimos apreciar el valor de las cosas de cada día y parece que esta filosofía, importada de Dinamarca, ha venido para quedarse. Podemos encontrar el Hygge en una comida con amigos a la luz de las velas, en hacer un puzzle en la alfombra junto a nuestros hijos o en ver una serie en el sofá, envueltos en una manta. El objetivo es conseguir relajarnos, centrarnos en lo positivo y olvidar cualquier cosa que perturbe nuestra calma.
Adapta tu hogar al estilo Hygge
Ahora que ha llegado el frío y que no hacemos tantos planes fuera, es un buen momento para hacer que nuestro hogar nos transmita paz, confort y relax. Y adaptarlo a la filosofía Hygge, que se asocia a momentos en casa donde encontramos calma y tranquilidad. Por eso es muy importante que aprendamos a orientar nuestra vivienda a este estilo de vida para poder disfrutar de ella con plenitud.
Cuando hablamos de Hygge hablamos de ambientes cálidos, tranquilos y acogedores en el que todos los elementos crean una atmósfera de felicidad.
A continuación te damos algunas ideas para trasladar esta filosofía danesa a tu vivienda.
- En primer lugar apuesta por luces cálidas: no pueden faltar las velas y las lámparas de pie, así como piezas de iluminación suspendidas que creen un ambiente acogedor.
- Crea espacios despejados: no amontones ni acumules. La felicidad no está en tener más. Así que aprovecha y despeja tu hogar de todo aquello que no necesites, lo que te ayudará a centrarte en lo esencial.
- Incluye elementos orgánicos en tu decoración. Las plantas aportan bienestar a cualquier interior aparte de ser un elemento decorativo indispensable.
- Crea mbientes confortables. Cuenta con cojines, alfombras, mantas y cortinas que aporten calidez a tus salones y dormitorios. Los textiles tienen un papel protagonista en la recreación de atmósferas que inducen a vivir momentos de paz.
Toma conciencia de tu propia vida y disfrútala al máximo, especialmente en tus pequeños momentos cotidianos, y encuentra en tu hogar el mejor aliado para tu felicidad.