19 May Aumenta un 30% la demanda de viviendas eficientes desde el inicio de la pandemia
A consecuencia del confinamiento provocado por la crisis del coronavirus, hemos tomado conciencia de las carencias que tienen nuestros hogares. Tanto es así que se ha disparado la demanda de viviendas unifamiliares que dispongan de zonas de esparcimiento como jardines, terrazas o porches.
Pero también se ha modificado el comportamiento del comprador de vivienda en otro sentido y ha sido que ha aumentado la demanda de las viviendas eficientes, en concreto un 30% desde el inicio de la pandemia.
Lo cierto es que, hoy en día, un mal aislamiento térmico se traduce en una vivienda costosa de mantener ya que contar con una temperatura constante agradable en una vivienda mal aislada es algo que resulta muy caro. Por su parte, un mal aislamiento acústico hace que el hogar sea incómodo y molesto, tanto por los ruidos exteriores como por los de los propios vecinos. En definitiva, el ahorro energético y la tranquilidad son algunas de las cuestiones que hoy en día más se demandan a la hora de buscar una vivienda.
¿Qué es una vivienda eficiente?
¿Qué es exactamente una vivienda eficiente energéticamente? Se llaman viviendas eficientes a aquellos hogares que consumen una baja cantidad de energía externa es decir, a aquellas viviendas que aprovecha al máximo los recursos energéticos y climáticos naturales para alcanzar el confort, reduciendo al máximo la demanda energética y sus emisiones de dióxido de carbono, y priorizando las energías renovables.
Las viviendas eficientes pueden alcanzar un ahorro de energía de hasta el 90% y, de hecho, una de las formas más efectivas de que no afecte a nuestros bolsillos la subida del precio de la luz es hacer que los hogares dependan cada vez menos de la energía eléctrica.
Y es que un consumo excesivo de energía no sólo es un enorme coste para nuestro bolsillo, sino que genera un efecto muy negativo para el planeta. De hecho, la contaminación de las ciudades se debe, sobre todo, a las emisiones que generan los edificios.
En definitiva, una vivienda energéticamente eficiente es un hogar que resulta fresco en verano y cálido en invierno, que optimizan la calefacción, iluminación y refrigeración de la vivienda para depender lo menos posible de medios artificiales.
Ahorro energético y eficiencia energética
Y antes de terminar queremos responder a la pregunta de si es lo mismo el ahorro energético que la eficiencia energética. Pues aunque pueden resultar lo mismo, en realidad no lo es. El ahorro energético es un cambio de hábitos en nuestro día a día para evitar consumir tanta energía como por ejemplo, controlar el uso del agua caliente o apagar la luz cuando no estamos dentro de esa habitación. Por su parte, la eficiencia energética supone la implementación de sistemas de aislamiento, utilizar bombillas de bajo consumo u optar por electrodomésticos de clase A: en resumen, acciones que suponen una inversión económica inicial a cambio de un menor consumo de energía durante la vida útil de la vivienda.